VARSOVIA, Polonia (AP) — Funcionarios de Polonia y Ucrania, socios estratégicos acérrimos, han intercambiado inesperadamente comentarios amargos sobre un doloroso pasado mutuo que incluye asesinatos en masa.
Este año es el 80 aniversario de las masacres de decenas de miles de polacos por parte de ucranianos que Polonia llama genocidio.
En 1943-44, los nacionalistas ucranianos y otros masacraron a unos 100.000 polacos en Volhynia y otras regiones que entonces eran el este de Polonia, bajo la ocupación nazi alemana, y que ahora forman parte de Ucrania.
Buscando calmar las emociones, un asistente del presidente de Polonia, Andrzej Duda, dijo el lunes que los polacos solo querían la verdad y el respeto por las decenas de miles de víctimas polacas.
“Solo esperamos la verdad y el respeto por las víctimas y estaremos (…) trabajando en este tema para tener una clarificación completa del tema y respeto a posiblemente todas las víctimas”, dijo Marcin Przydacz en polaco. estatal TVP1.
Los asesinatos siguen siendo un punto delicado entre las dos naciones, a pesar de que Varsovia y Kiev tienen puntos de vista convergentes sobre la seguridad regional y Polonia se encuentra entre los más firmes partidarios de Ucrania en su lucha contra la agresión militar de Rusia.
La disputa entre Ucrania y su aliado incondicional comenzó la semana pasada cuando el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia, Lukasz Jasina, dijo que en el 80 aniversario Polonia esperaba una disculpa de Ucrania y el presidente Volodymyr Zelenskyy por las masacres de 1943-44.
El embajador de Ucrania en Polonia, Vasyl Zvarych, reaccionó diciendo que cualquier sugerencia sobre lo que deberían hacer Kiev o Zelenskyy era “inaceptable y desafortunada”. Más tarde bajó el tono de la declaración para decir que Ucrania estaba “abierta al diálogo” sobre la historia y honró la memoria de las víctimas. Hizo hincapié en el valor de la cooperación actual al decir que las dos naciones vecinas son “más fuertes juntas”.
Los asesinatos en masa de la Segunda Guerra Mundial en las regiones orientales de Polonia provocaron la muerte de unos 100.000 polacos. Se estima que 15.000 ucranianos murieron en represalia. Pueblos enteros fueron incendiados y todos sus habitantes asesinados por nacionalistas ucranianos y sus ayudantes que buscaban establecer un estado independiente en Ucrania.
Muchas de las víctimas nunca han sido encontradas o identificadas. El gobierno de Polonia ha estado presionando a Ucrania durante años para obtener permiso para realizar exhumaciones y buscar restos.
Los líderes de Polonia han insistido en que sacar a la luz toda la verdad fortalecerá las relaciones bilaterales y neutralizará las vulnerabilidades que podrían ser explotadas por terceros países que busquen socavar estos lazos.