Mali ha recibido material militar de China, consistente en vehículos blindados y tácticos, camiones logísticos con tanques de agua y combustible, ambulancias sanitarias, armamento individual y colectivo y equipo de combate individual, ha indicado el ministro de Defensa, Sadio Camara.
Este equipamiento, entregado en presencia del presidente de la transición, el coronel Assimi Goïta, forma parte de una transacción financiada por la junta militar argelina del general Saïd Chengriha, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, para hacer frente a los rebeldes tuareg en el norte de Malí y sur de Argelia que aspiran a la independencia de su territorio, Azawad.
“Hemos examinado de forma muy precisa, muy rigurosa, las condiciones que deben darse para lograr una recuperación efectiva y productiva a través de un proceso político que esté al abrigo de las turbulencias económicas”, declaró Ahmed Attaf, jefe de la diplomacia. argelino, tras una visita a Bamako el miércoles donde se reunió con el jefe de la junta, el coronel Assimi Goïta, según una nota de prensa de la presidencia maliense.
Los acontecimientos se producen cuando los servicios de inteligencia argelinos estaban detrás de la muerte de seis personas, asesinadas esta semana en ataques de Daesh o Estado Islámico en una aldea en el noreste de Malí, cerca de la frontera con Argelia. , dijeron dos fuentes con sede en las regiones vecinas de Menaka.
“El Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS, filial de Daesh en el Sahel) avanza a pasos agigantados hacia Tinzaouaten (ciudad argelina fronteriza con Malí) y el martes ejecutaron a siete personas en Inlamaouane”, señala una de las fuentes. , en referencia a este pueblo maliense cercano a la frontera con Argelia.
Según otro responsable local, “el avance del EIGS en el norte de Malí es hoy muy real, con una columna de vehículos dirigiéndose hacia Inlamaouane, donde ejecutaron al menos a 5 civiles de la comunidad Doussahak y a un anciano de la comunidad Imgad”.
Las mismas fuentes aseguraron que combatientes de Al-Qaeda, grupo terrorista que también opera en Malí, se han sumado a las filas del Estado Islámico.
Daesh mantiene sitiada la localidad de Ménaka, a unos 300 kilómetros al sur de Inlamaouane, donde se refugian decenas de miles de desplazados de pueblos vecinos bajo el ataque de los yihadistas del Estado Islámico.
En este contexto, la presencia del nuevo ministro de Asuntos Exteriores argelino, Ahmed Attaf, de visita en Malí, supuestamente para reforzar las relaciones bilaterales y apoyar la estabilidad del país, no es más que un señuelo que el general Saïd Chengriha ha presentado a la junta militar maliense, tras la salida de Barkhane, la fuerza de intervención especial de Francia en el Sahel.