Washington, 26 de abril. Un exagente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) expuso este miércoles en el Congreso estadounidense la alianza entre carteles de la droga e intermediarios chinos, que les ayudan a blanquear el dinero obtenido de forma ilegal de la venta de drogas.
La comparecencia de Christopher Urben ante el Comité de Vigilancia y Rendición de Cuentas de la Cámara Baja de EE.UU. sirvió para resaltar el papel que juegan las organizaciones criminales chinas en el enriquecimiento de los cárteles mexicanos.
“El actual modelo chino de lavado de dinero involucra a participantes de al menos tres países: Estados Unidos, China y México”, dijo Urben, ex agente especial adjunto al frente de la División de Operaciones Especiales de la DEA.
Según su testimonio, estos intermediarios chinos, “money brokers” ubicados en Estados Unidos, recolectan todos los días las ganancias de las ventas de fentanilo, heroína, cocaína y metanfetamina. Reciben esas ganancias en efectivo de una banda de distribución de drogas que le debe ese dinero al cartel mexicano.
El intermediario chino luego pone los dólares estadounidenses a disposición de los clientes chinos que desean gastar dinero en los Estados Unidos, ya sea comprando bienes raíces, pagando la matrícula universitaria u otro tipo de inversiones.
El cliente chino habrá pagado en China el efectivo que recibe en Estados Unidos, y esos ingresos en China se utilizan para comprar bienes que se exportarán a México o Sudamérica, donde serán vendidos por intermediarios chinos en México para recuperar sus fondos
Todo este engranaje, en el que median distintas comisiones, es posible según Urben gracias a las comunicaciones electrónicas encriptadas que permiten realizar transacciones al momento.
El exmiembro de la DEA, quien estuvo más de dos décadas en esa agencia, señaló que este sistema es difícil de detectar porque “minimiza el movimiento de fondos: los dólares no salen de Estados Unidos, los pesos de México y los renminbi de China”.
Además, aprovecha el inmenso volumen de comercio con China para garantizar un flujo “constante” de clientes que dificulta diferenciar las transacciones legítimas de las ilegítimas, y utiliza la tecnología a su favor, con redes encriptadas resistentes a la vigilancia estadounidense.
“Si bien la amenaza que representa el crimen organizado chino es real y creciente, se puede hacer mucho más para combatirlo. Más recursos de investigación, como traductores y expertos en datos, brindarán a las fuerzas del orden las herramientas para detectar e investigar estas redes donde operan. – dijo Urben.
El Congreso, agregó, también puede desempeñar un papel “vital” al proporcionar los medios, incentivos y poder al gobierno y al sector privado para trabajar juntos en el tema.
La legisladora republicana Lisa McClain, miembro del comité de la Cámara de Representantes, admitió que las organizaciones chinas de lavado de dinero han desarrollado un “esquema increíblemente eficiente al que es cada vez más difícil adaptarse a las fuerzas del orden”.
“Tienen un sistema casi infalible que no requiere colocar fondos ilícitos en el sistema bancario de Estados Unidos”, agregó la congresista, para quien el tráfico de fentanilo, un poderoso opioide sintético, es una de las principales amenazas que enfrenta el país. , si no el más grande. EFE
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