Un hombre ruso que afirma ser un desertor del grupo mercenario Wagner vinculado al Kremlin recibió una sentencia suspendida de 14 días el jueves por una pelea callejera en el centro de Oslo.
Sin embargo, el tribunal de distrito de Oslo absolvió a Andrei Medvedev, de 26 años, del cargo más grave de agredir a agentes de policía.
Al comparecer ante el tribunal el martes, Medvedev se declaró culpable de participar en una pelea frente a un bar de Oslo y resistirse al arresto en febrero, y portar una pistola de aire comprimido tres semanas después.
“Estoy muy avergonzado”, dijo a la corte.
Había rechazado el cargo de agredir a policías —a quienes pateó cuando lo llevaron a la comisaría, según la fiscalía—, delito que conlleva una pena de hasta tres años de prisión.
Los tres jueces dictaminaron por unanimidad que la fiscalía no había proporcionado pruebas suficientes para condenar a Medvedev por el cargo.
El fiscal había pedido que Medvedev cumpliera 18 días tras las rejas.
“Muy satisfecho con el veredicto que está en línea con lo que dijimos en la corte”, dijo a la AFP el abogado de Medvedev, Brynjulf Risnes, en un mensaje de texto.
“No tendrá que pasar tiempo en prisión y podrá concentrarse en lo que lo trajo aquí: hablar sobre la guerra en Ucrania”.
Medvedev afirma haber luchado en Ucrania como miembro de Wagner durante cuatro meses antes de desertar en noviembre cuando el grupo supuestamente extendió su contrato en contra de su voluntad.
Un testigo potencialmente valioso para arrojar luz sobre la supuesta brutalidad del grupo en Ucrania, Medvedev ha sido interrogado por las autoridades noruegas desde que llegó al país.
Ha solicitado asilo en Noruega, pero ha sido un dolor de cabeza para las autoridades desde su llegada a mediados de enero.
Quedan muchas preguntas sobre el pasado de Medvedev y las circunstancias de su escape de Rusia.